31.8.12

Ella se echó a llorar.


-No soy ningún idiota –dijo Mr. Importante.
Estaban sentados en primera. Volvían a casa.
-Lo sé –dijo Carrie.
Mr. Importante bebió de su bloody-mary y se sacó un libro de su bolsillo.
-De hecho, soy muy perspicaz.
-Ya –dijo Carrie-. ¿Qué tal el libro?
-Son raras las veces que se me escapa algo.
-Lo sé –dijo Carrie-. Por eso ganas tanto dinero.
-Me doy cuenta de todo lo que sucede a mi alrededor –dijo Mr. Importante-. Y sé que te gustaba ese tío.
Carrie bebió de su copa.
-Hummm –musitó-. ¿Qué tío?
-Sabes perfectamente a quién me refiero. Tyler.
-¿Tyler? –repitió Carrie. Sacó su libro y lo abrió-. Me pareció simpático. E interesante. ¿Y qué?
-Te gustó –dijo Mr. Importante con tono despreocupado. Abrió su libro.
Carrie simuló leer.
-Me gustó sólo como amigo.
-Yo estaba allí y lo vi todo. Te agradecería que no me mintieras.
-De acuerdo –dijo Carrie-. Me sentí atraída por él, pero sólo un poco.
Nada más decirlo, comprendió que era un error. No se había sentido atraída en absoluto.
-Soy una persona adulta –dijo Mr. Importante. Cerró el libro y cruzó las piernas. Sacó una revista del bolsillo que tenía delante-. Puedo aceptarlo. No me duele. Vuelve y vive con él en su castillo. Puedes disparar flechas todo el día.
-No quiero vivir en un castillo –repuso Carrie. Entonces se echó a llorar. Lloraba sobre uuna mano con la cabeza vuelta hacia la ventana-. ¿Por qué haces esto? –preguntó-. Estás intentando deshacerte de mí. Te estás montando toda esta película para poder dejarme.
-Dijiste que te sentías atraída por él.
-Un poquito –susurró Carrie-. Y sólo porque tú me hiciste decirlo. Sabía que pasaría esto. Lo sabía –Sorbió-. En cuanto le vimos, sabía que ibas a pensar que me gustaba, pero yo jamás habría pensado que me gustaba si tú  no hubieses actuado como si pensaras que me gustaba. Entonces tengo que pasarme el día actuando como si no me gustara para que tú no te enfades. Y lo peor es que, para empezar no me gusta. En absoluto.
-No te creo –dijo Mr. Importante.
-Es cierto. Oh Dios. –Carrie se volvió y lloró un poco más. Luego se inclinó hacia Mr. Importante y, con voz alta y clara, le susurró al oído-: Estoy loca por ti y lo sabes. No quiero estar con nadie más. Y no es justo, no es justo que te comportes así.
Abrió su libro.
Mr. Importante le dio una palmadita en la mano.
-No te preocupes –dijo.
-Ahora soy yo la que está enfadada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario