Debería irme.

No lo soporto, piensa Carrie al despertarse una mañana. Está tumbada en la cama, contemplando a Mr. Importante hasta que este abre los ojos. En lugar de besarla, se levanta para ir al cuarto de baño. Ya está, piensa Carrie.Cuando regresa a la cama, ella dice:
-He estado meditando.
-¿Sobre qué? –pregunta Mr. Importante.
-Si no estás locamente enamorado de mí y no piensas que soy la mujer más hermosa que has visto en tu vida, creo que debería irme.
-Ajá –dice Mr. Importante.-De veras. Para mí no supone ningún problema.-Vale –responde Mr. Importante con cautela.-¿Es eso lo que quieres? –pregunta Carrie.-¿Es eso lo que quieres? –pregunta a su vez Mr. Importante.-No, pero sí quiero estar con un hombre que esté enamorado de mí.-Bueno, ahora mismo no puedo garantizarte nada. Pero yo de ti, me quedaría por aquí. Nunca se sabe.
Carrie se reclina sobre la almohada. Es domingo. Sería un palo tener que marcharse. ¿Qué haría el resto del día?
-De acuerdo –dice-, pero solo por ahora. No tengo todo el tiempo del mundo, ¿comprendes? Es probable que muera pronto. Quizá dentro de quince años. –Enciende un cigarrillo.-Vale –dice Mr. Importante-. Pero entretanto, ¿podrías prepararme una taza de café? Porfa.